27/10/2015

Peeling o cómo tener una piel unificada

La piel unificada en tono, color, textura, etc… es una de esas cosa que el maquillaje busca conseguir. También realza la belleza pero esa cara de porcelana tipo japonesa sin una ayuda es muy difícil de conseguir.

Los poros, las manchas, pequeñas arrugas, pequeñas rojeces, cicatrices pequeñas de acné etc son muy frecuentes en la cara. Además después del daño que el sol del verano ha podido hacer en nuestra cara, más aún.

Los peeling, lo que hacen es precisamente eso. Pelar. Pelan la piel. Descaman las capas más superficiales de la misma. De ésta manera, hacemos que el cuerpo reaccione y cree más piel, nueva sin defectos.

Lo primero que hay que hacer es valorar las zonas a tratar. También vemos el tipo de piel que tiene el paciente, el fototipo. Y después le proponemos una serie de sesiones de tratamientos que dependiendo puede llegar a dos o tres sesiones separadas por un mes cada una.

Una vez hecho el análisis de la piel, se limpia la piel con una toallita rica en acetona para eliminar la capa lipídica de la piel. Después se hace el peeling que es un ácido y actúa sobre  la piel de manera controlada durante dos o tres minutos. Posteriormente se neutraliza el peeling. Como es un ácido, si lo pones junto a una base, aumenta su ph y deja de hacer su efecto. El resultado es en muchos pacientes fantástico. Aparece una piel rojita, nueva que hace que la piel de la cara sea homogénea. Muchos pacientes lo describen como algo espectacular. Yo no diría tanto, pero sí que tras dos sesiones en la mayoría de los pacientes el resultado llama mucho la atención del cambio tan bueno que han experimentado.