Con el paso de los años, y con la edad, nuestra piel no es capaz de retener el agua, la jugosidad y la belleza de la piel joven. La producción de una serie de proteínas que retienen el agua en la piel, se va reduciendo a partir de los 35 años, siendo cada vez más evidente a los 50. Una piel joven, es una piel sana, jugosa, hidratada.

Las cremas actuales, ayudan a mantener esa sensación de hidratación superficial, pero son inútiles a la hora de mantenerla y no alcanzan a donde hay que llegar, que es a la piel profunda, a la dermis. Por eso es necesario hidratar con una crema, por la mañana y por la noche, pero sabiendo lo único que conseguimos, es tener la sensación, de que está hidratada, pero realmente no estamos llegando a la dermis.

La introducción , mediante pequeños depósitos de un ácido hialurónico especial que lleva también vitaminas , aminoácidos y antioxidantes, en la capa profunda de la piel o dermis, hace que seamos capaces de dar a la piel, aquello que no es capaz de producir por sí misma. Estimulamos así la retención de agua y la producción de colágeno y elastina para devolver la elasticidad y la firmeza de la piel. Hoy a éstos tratamientos se les conoce como Skinboosters o Potenciadores de la piel.

El tratamiento de hidratación sirve para cuatro zonas. Cara, cuello y escote y las manos. La cara es importante, pero el cuello es fundamental, y con la edad el escote se llena de arrugas que son imposibles de quitar si no se han trabajado años antes de que salgan. Y en las manos consigue devolver el especto jóven de ésta piel tan fina y tan expuesta a las agresiones externas.