Una buena definición que me dieron a mí hace ya mucho tiempo, es que la liposucción es la técnica que utilizamos para retirar la grasa localizada resistente a dieta y ejercicio. Y esto es precisamente el caso que os presento hoy.

Una señora que se cuida. Que hace ejercicio y que tiene unas cartucheras que no le gustan nada porque siempre las ha tenido y nunca se le ha ido. Y cuando estamos evaluando, que tenía una un poco más grande que la otra, viendo donde se harían las incisiones, hasta dónde habría que reducir, me hace la siguiente pregunta: ¿Puedo ponerme esa grasa que me quitas en el pecho?

Esa grasa procesada, se puede utilizar como relleno. Hay que explicar que la grasa no se va a comportar como un implante de mamas (es lo mejor que tenemos aún hoy para hacer un aumento de pecho), pero que en casos en donde la paciente no quiere un aumento importante, sino simplemente mejorar el aspecto de sus pecho, es una opción muy buena.

En algunos casos para seguir mejorando puede ser necesario un segundo tiempo operatorio, ya que de la grasa que introducimos una parte se pierde.

¿Cuánta? Pues depende de muchos factores. De la técnica de extracción, de la calidad de la grasa, de la zona de extracción, de la cantidad y calidad de células madre que se encuentran en la grasa, etc etc.