Pues sí, efectivamente. A veces pasa. Mejor dicho, muchas veces. Acuden a consulta pacientes con una tripa importante. Las pesas, las mides y están en normopeso. Se cuidan, hacen deporte. Pero, la tripa, no se les va. En el gimnasio les dicen que con ejercicio esa tripa mejora, pero no es verdad. Y se frustran y luchan, y no consiguen nada.

Y es lógico que no consigan nada. Porque sólo una cirugía puede devolver esa fuerza que le falta a los músculos de la tripa. Y hay que tratarlos en quirófano. No en el gimnasio. No todo lo cura el deporte. Y ésta es una de esas cosas.

Os enseño la foto al mes y medio, tras una corrección de los músculos abdominales. Le falta por deshincharse, pero me ha parecido tan evidente la mejoría, aún con tan poco tiempo, que no me he resistido a publicarlo.