20/02/2015

¿Qué hacer si mi hijo adolescente quiere operarse la nariz?

Quién más , quien menos , se acuerda de cómo fue su adolescencia. Quizás recordemos las presiones que sentíamos por ser de cierta manera, por vestir de una determinada forma o por ir a determinados sitios para sentirnos integrados.
Si nuestro hijo o hija nos plantea hacerse una cirugía de nariz, es porque siente que su nariz es demasiado grande o fea y cree que los demás la miran demasiado o dice que se meten con ella por el aspecto de su nariz.
Hay que valorar varias cosas antes de plantearse una cirugía estética en un paciente adolescente antes de darles todo nuestro apoyo o aconsejarles esperar unos años.

En primer lugar la edad. Salvo las otoplastias o cirugía de las orejas que las hacemos incluso a niños de corta edad, la mayoría de los cirujanos consideramos que las rinoplastias se deberían realizar cuando el paciente haya dejado de crecer, que en el caso de las mujeres, puede ser alrededor de los 15 años y en el caso de los varones, un poco más tarde hacia los 17 años.

En segundo, cuán maduro/a es el paciente. Debemos ver cómo es de maduro nuestro hijo. Hay niñas que con 13 años parece que tienen 18 y niñas que con 18 parece que tienen 15. Hay que ver dos aspectos más. Uno de ellos es , si se quiere hacer la intervención porque otra amiga se lo ha hecho, y está muy guapa. También hay que considerar si cambia de opinión sobre ésta intervención de manera frecuente. Hoy se levanta y dice que se lo quiere hacer y pasado mañana dice que no.

En tercer lugar sería cuando. Una rinoplastia no se debe hacer a un mes de un evento como una puesta de largo, o la fiesta de fin de curso. Se debería hacer precisamente después, para que la nariz se desinflame y el resultado definitivo se vea, cuando a nosotros nos convenga.
En muchas ocasiones , la cirugía de la nariz en gente jóven, la realizamos en el verano de antes de entrar en la universidad, ya que les dá la oportunidad de cambiar su aspecto justo antes de iniciar un nuevo capítulo de su vida.

De todas formas, lo mejor es que veamos a su hijo/a, que evaluemos las causas, evaluemos cuán maduro/a es y luego entre el paciente, los padres y el cirujano decidamos si seguir adelante o esperar a que sea mayor de edad o incluso dejarlo para más tarde.