La reducción mamaria mejora el dolor de espalda y es un hecho. Os cuento. Hace unos días acudió una paciente a nuestra consulta que operamos hace cuatro años. Venía para hacerse otra intervención quirúrgica, en este caso del abdomen, pero estuvimos gran parte de la conversación charlando sobre cómo había sido e ido la cirugía de reducción que le hicimos anteriormente.

Me contó que después de tres embarazos los pechos aumentaron mucho de tamaño, hasta el punto de que sufría dolor de espalda, de cuello y de hombros. El peso de las mamas era tal que los tirantes del sujetador le llegaban a hacer daño. También comentó que antes de la reducción de pecho , le era tremendamente molesto hacer ejercicio. Por medio del boca a boca, acudió a nuestra consulta.

Nosotros le informamos de cómo sería la intervención quirúrgica. Le dijimos que la reducción mamaria era la cirugía que más satisfacción estadísticamente hablando generaba en los pacientes, ya que mejoraba no sólo el aspecto estético sino también aportaba una calidad de vida muy importante.

Ella me comentó, que en su pueblo, tenía varias amigas que querían operarse. De hecho una de ellas ya la habíamos operado nosotros y al ver el resultado , ésta paciente decidió operarse. Pero no lo hizo por estética. Lo hizo, como bien dice ella, “ por necesidad”, porque “ yo no podía seguir así”.

Actualmente en la última consulta dijo que “ he mejorado muchísimo el dolor de espalda, hago el deporte que quiero y la ropa me sienta mejor”. Y luego con mucha gracia me dijo que ¡“ ya no uso sujetadores de abuela”!.

No he conocido a nadie que tras una reducción mamaria no esté muy satisfecha. De hecho, la mayoría de las pacientes siempre dicen que “ ¿Porqué no lo habré hecho antes?!.