Hay una sola cirugía estética que hacemos en niños y esa es la otoplastia o cirugía de las orejas.

Hace poco vino un niño de diez años con el pelo largo a la consulta. Su madre estaba muy preocupada porque al niño le ridiculizaban en el colegio y estaba la familia preocupada. Escondía las orejas tras una melena larga rizada. Parece ser que las cosas no han cambiado mucho de cuándo era yo pequeño.

Otoplastia: Una operación nada peligrosa

La primera preocupación que me preguntó la madre es, si era peligroso. Le dije que debía estar tranquila, que ésto no era nada peligroso. Que al niño no le podía pasar nada. Que había que hacerlo con anestesia general, porque los niños se ponen nerviosos en el quirófano, y que tendría que estar una noche ingresado.

Le enseñé fotografías de otros casos similares y la mamá se empezó a relajar. El niño al ver las fotos dijo que si ¿se podía hacer ahora?. Le dijimos que no al unísono. Primero habría que hablar con el papá y luego unas pruebas sencillas y decidir la fecha del quirófano.

Hemos aprovechado las vacaciones que acaban de empezar y ya están hechas las orejas. Éste septiembre irá al cole con el pelo corto y nadie se volverá a meter con él.