Eso me ha pasado hace poco. Una paciente que se puso pecho y luego cambió de opinión y luego ha vuelto a cambiar de opinión. Bueno no es realmente así, pero a veces sucede.

La cirugía mamaria es una cirugía tremendamente exigente, tanto técnicamente como por las pacientes. Entran en juego muchas cosas. Gustos, preferencias, expectativas.

Y cuando la paciente no siente que se han cumplido las mismas, puede optar a acabar con lo hecho y considerarlo como un mal trago y ya está.

Pero pasan los años, y ese deseo que le llevó a hacerse la primera cirugía vuelve. Y quiere intentarlo otra vez. Y ahí, es donde entramos nosotros, cuando me llegó ésta paciente, desencantada y con muchas esperanzas de conseguir, por fin, un buen resultado.

Y para dar un buen resultado en cirugía mamaria, primero naturalidad, en la forma y en el volumen. La forma la conseguimos con implantes anatómicos y el volumen lo vemos con los probadores que tenemos en la consulta.

La paciente ha confiado en nosotros y nos dijo que no la hemos defraudado. ¡Qué mejor recompensa para un médico! Gracias a ti, que nos lees, por confiar en nosotros.
 

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