02/10/2015

Lóbulos rasgados y el peso de los pendientes

Los lóbulos de las orejas es una de las zonas que no nos preocupan en absoluto hasta que les sucede algo. Y lo más frecuente es lo que se denomina lóbulo rasgado.

Un lóbulo rasgado, no es más que la pérdida de la integridad del mismo por el uso de pendientes, aros o cualquier otro elemento que por su propio peso hace que ese agujero primero se elongue hasta en algún caso romper el lóbulo por la mitad.

El uso de pendientes ha sido hasta ahora la razón principal de ésta problemática. La paciente usaba pendientes grandes o de mucho peso y con el paso de los días, de los años, ese peso ha ido elongando y alargando el agujerito, haciéndolo mucho más grande. Tanto que, o ya no se pueden poner un pendiente porque se les cae, o en los casos extremos porque el lóbulo se ha partido en dos.

Ahora estamos viendo las consecuencias de una moda, que consiste en ir introduciendo aros cada vez más grandes en el lóbulo. Seguro que habéis visto a muchos chicos y chicas jóvenes con esos aros dentro del lóbulo de las orejas.

Cuando se los quitan porque ya no quieren seguir con ellos mismos, si no han estirado mucho la piel, tiene cierta tendencia a retraerse y a cerrarse. Pero en otros pacientes es tal el tamaño que hay que intervenir.

La cirugía consiste en reconstruir la estructura. Hay distintas técnicas para ellas, pero en todas se hace con anestesia local y se ponen puntos que hay que retirar a los diez días.

El resultado es inmediato y si no se vuelven a poner pendientes pesados será para siempre.