La flacidez en brazos y en la cara interna de muslos es un problema que nos acucia a todas las mujeres que ya empezamos a cumplir años.

Y eso se debe a que, como en la cara, nuestro cuerpo ya no trabaja igual que antes. Se destruye más colágeno del que producimos y, poco a poco, esto produce que la piel pierda esta tensión y esa rigidez. Además, en estas zonas la piel es más fina que en otras. El tabaco, las dietas demasiado agresivas y la genética, muchas veces no están a nuestro favor.

Aunque no existe una solución completa y definitiva a éste problema, porque el paso del tiempo es inevitable, lo que sí podemos hacer es que ese avance inexorable, sea mucho más lento.

Desde hace años hemos estado usando hilos de PDO, o hilos japoneses, para la piel de la cara. Estos hilos, puestos en la dermis profunda, estimulan una fibrosis de la piel en un primer momento, (se contrae y la hace más tensa) y en un segundo tiempo, hace que las células encargadas de la formación del colágeno se estimulen. Estos dos hechos, hacen que la piel se tense, se regenere y se rejuvenezca.

La sesión dura aproximadamente una hora. Se pone anestesia en forma de crema (EMLA) y se introducen entre 80 y 100 hilos por paciente.  Inmediatamente el paciente comienza a hacer vida normal.

Después de poner los hilos se puede observar un aumento de la tensión cutánea, aunque el mejor resultado se observa cuando han pasado al menos tres meses, ya que es cuando el cuerpo ha generado el nuevo colágeno y es cuando empezamos a notar mejor tono en la piel, más elástica, menos flácida y por tanto más firme.

Una paciente me preguntó si estos hilos se quedaban ahí para siempre. La verdad es que no. Se reabsorben todos, de tal forma que, a los seis meses, prácticamente no hay nada en el cuerpo de ellos. Pero, el efecto dura casi dos años. Esa estimulación continúa en el tiempo, aunque siempre dependiendo de cuánto se cuide el paciente, de lo que fume, etc…

Es un excelente tratamiento para hacerse cada dos años y hacer que esas zonas no vayan a peor o al menos lo más tarde posible.

En algunos otros casos, la cirugía es el único método para solucionar el problema.
 

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