Desde que uno comienza en éste trabajo nada más terminar el examen Mir y llegar a un hospital público para aprender ésta profesión, muchos maestros y profesores te hablan de las expectativas realistas de los pacientes.

Todos sabemos que es importante ser realista en la vida. No esperar más de lo que correspondería ponderando las circunstancias y las opciones.

Pero en nuestro campo ésto no siempre está tan claro. Para algunos pacientes y para cierto tipo de prensa, los cirujanos plásticos podemos hacer milagros. Milagros no hacemos, pero grandes cosas sí podemos hacerlas.

La mayor parte de los pacientes acuden sabiendo cómo es su cuerpo, y buscan saber cuánto podrían mejorar. En la consulta se lo explicamos bien. Se puede hacer ésto, lo otro, podemos aumentar hasta aquí y no más. Ésto que ha leído en internet es verdad, pero no es para usted, o  no sirve en su caso. Asesoramos con veracidad qué se puede hacer y qué no se puede hacer. Porque ni todo se puede hacer ni todo se debe hacer.

Pero hay pacientes que aún así, buscan resultados imposibles. Quiero ésta nariz, quiero éste pecho, quiero éstos ojos. Hay que explicarles que sus ojos son los que son, su nariz es la que és y que debe ser así. Los cirujanos plásticos rejuvenecemos, mejoramos ciertas imperfecciones, pero contamos con lo contamos, que es con el cuerpo tal cual aparece en la consulta de ése paciente.

Entender lo que se puede hacer, lo que se no se debe hacer y hasta dónde se puede llegar, es un trabajo diario, que requiere mucha comprensión paciente-médico,empatía, respeto, confianza y escuchar mucho al paciente y dedicarle mucho tiempo, pero es la base de un buen resultado. Al final la relación médico-paciente que tanto nos hablan los clásicos desde Hipócrates.