La mama vacía y caída es una de las consecuencias del paso del tiempo en la mujer, de la edad, de los embarazos, de la lactancia, de la pérdida de peso e incluso del ejercicio. Este hecho hace que como me dijo una paciente con mucha gracia “doctor, tengo los pechos tristes”. No se me olvidará nunca.

Y esto cómo se mejora. Bueno, en principio hay que ver cuánta piel sobra, la calidad de la piel de la misma, cuánto volumen desea la paciente y si se puede solucionar sin hacer una elevación con exéresis de piel, porque eso deja cicatrices. 

Hoy os dejo un caso de una paciente en el que hemos hecho todo lo posible para que, teniendo la mama caída y con exceso de piel, solamente colocando un implante hemos podido solucionar el problema. Y sin cicatrices visibles.