A nuestra consulta llegan muchas mujeres, pero también y cada vez más, muchos hombres que nos dicen, con mucho humor «doctor, tengo el culo plano«. En muchas ocasiones son pacientes que se esfuerzan en el gimnasio haciendo ejercicio de glúteos, incluso suben y suben escaleras, y que por mucho que lo intentan y luchan, no consiguen que sus glúteos dejen de tener un aspecto plano. Les explicamos que es una cuestión genética. La hipertrofia del músculo tiene un grado a partir del cual ya no va aumentar más por mucho que lo intenten. Es ahí donde unas prótesis glúteas solucionan el problema. Damos ese volumen que nos falta para tener un contorno mucho más bonito. Damos ese volumen para que los pantalones vaqueros nos sienten como nos gustaría. Para que los vestido son queden perfectos. Mediante una incisión que se sitúa en el pliegue entre los dos glúteos, por tanto prácticamente invisible, colocamos las prótesis dentro del músculo. De tal forma que las prótesis se integran con el músculo y dan el volumen donde el músculo, si fuera del tamaño adecuado, nos lo diera él de manera natural.