La luboluplastia es una cirugía que nos permite reducir los lóbulos de las orejas y este, aunque es un tratamiento menos conocido, hay muchos pacientes que lo demandan en nuestra consulta. La buena noticia es que hay una cirugía muy sencilla que nos permite solucionar este problema con una intervención sencilla que no necesita de quirófano.

En Valverde & Arpino utilizamos una técnica sencilla, que permite al paciente tener una recuperación muy rápida y con un resultado natural donde no se aprecian cicatrices.

¿Por qué reducir los lóbulos de la oreja?

Los lóbulos son una zona que puede pasar desapercibida, pero que juega un papel muy importante en el equilibrio facial. Con el paso del tiempo, el uso de pendientes pesados, la pérdida de firmeza de la piel o simplemente una característica genética pueden provocar que los lóbulos se vean excesivamente largos o grandes.

Aunque muchos de los pacientes que acuden a consulta preguntando por una cirugía de orejas lo hacen para tratar las orejas prominentes o despegadas, hay otros pacientes que se sienten incómodos por el tamaño de sus lóbulos y acuden buscando algunas soluciones. Para ellos, la cirugía de reducción de lóbulos es una alternativa eficaz y segura.

La cirugía de reducción de lóbulos se suele realizar en personas que han sufrido un descolgamiento de la piel de la oreja por el paso del tiempo o que tienen esa zona más grande de lo que desean. Pero se utiliza para reparar lóbulos rasgados o alargados por el uso de dilatadores, pendientes pesados o desgarros accidentales.

¿En qué consiste la cirugía para reducir los lóbulos?

La reducción del lóbulo se realiza en consulta con anestesia local, lo que permite que el procedimiento sea indoloro y que la zona permanezca dormida durante todo el proceso. 

Una vez que la zona está anestesiada, diseñamos un patrón personalizado, adaptado a las características de cada paciente. Este patrón nos permite quitar el exceso de lóbulo que el paciente desea, sin alterar el contorno natural de la oreja.

Uno de los principales objetivos es que la forma del lóbulo siga en armónica con el resto de la estructura facial y que la cicatriz quede prácticamente imperceptible.

Finalmente, el lóbulo se cierra con puntos sueltos que se retiran en aproximadamente 10 días.

¿Cómo es la recuperación?

La recuperación tras esta intervención es rápida y muy sencilla. El paciente puede retomar su actividad habitual el mismo día o al día siguiente, evitando esfuerzos o movimientos bruscos en la zona durante los primeros días.

Aunque es importante seguir las indicaciones del equipo médico para asegurar una correcta cicatrización.

Los puntos se retiran en consulta a los 10 días. Aunque los resultados ya puedes apreciarse desde el primer momento. En pocas semanas, después de la fase de recuperación, veremos el resultado final con un lóbulo más pequeño y proporcionado.

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Si te incomoda el tamaño de tus lóbulos y estás buscando una solución definitiva, no dudes en contactar con nosotros y pedir tu cita de valoración gratuita en nuestra clínica estética en Alicante.

Nuestro equipo de cirujanos plásticos evaluará tu caso y te propondrá la mejor opción para lograr el resultado que deseas.

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