En otro post os resumí cómo los cirujanos plásticos llegábamos a ser especialistas. Y no es casual. Y os cuento.
La cirugía estética, es una parte de la especialidad de la cirugía plástica. Una parte muy pequeña de la misma. Pero una parte ciertamente lucrativa, ya que la gran mayoría de las intervenciones quirúrgicas no entran dentro de los cuadros de los compañías tipo Asisa o DKV, Sanitas, etc… y tampoco lo suele cubrir la Seguridad Social. Es decir que suelen ser cirugías algo caras, debido a que todos los costes los debe asumir en su totalidad el paciente y no un tercero.
De esto se deduce que hay muchos médicos sin escrúpulos, sin formación, que engañan al paciente y le hacen ver que son lo que no son. Porque si uno va a la consulta de un oftalmólogo para operarse de cataratas y el médico le dice que no es oftalmólogo, seguro que el paciente no se opera con él. Sin embargo, sí hay pacientes que se dejan operar por cirujanos sin la titulación exigida y si lo hacen es porque tienen buena fe, se fían de lo que ven en la consulta, de la web, de que han operado a una conocida etc…
Para saber si un médico se ha formado como debe formarse, como la ley lo exige, como la sociedad nos exige que así sea, hay varias formas. La primera es mirar la web www.secpre.org. Es la web de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, donde la mayoría de los cirujanos plásticos del país estamos inscritos, asociados y que defiende nuestros intereses. Aunque no todos, están inscritos por razones que se me escapan. Pero todos los médicos, todos, tenemos la obligación de comunicar a los colegios de médicos el título de especialista. Es decir que si un médico dice que es oftalmólogo, si visitamos la web del Colegio Oficial de Médicos de Alicante www.coma.es, por ejemplo, y ponemos el nombre del médico, se verá qué especialidad tiene. Sorpresas os llevaréis.
Y esto es de vital importancia para los pacientes y para la sociedad. Estamos cansados, preocupados y hartos de ver médicos que dicen ser lo que no son. Y hartos de ver paciente engañados y frustrados. Nuestra especialidad es una especialidad preciosa, apasionante y con gran prestigio. Pero hay compañeros sin escrúpulos, sin conocimientos, sin formación que por dinero hacen cosas para lo cual no están capacitados.
Por favor, pregunta, llámame si quieres, para saber si alguien es o no es titulado oficial. Nos ha costado mucho, mucho esfuerzo, tiempo y dinero ser lo que somos. Y tenemos que defenderlo. Un médico no puede engañar jamás a un paciente. Hay que ser sinceros desde el primer momento. En eso se basa la medicina, en una relación médico-paciente sana, de confianza, de respeto y de pasión por el trabajo bien hecho.
Exige el título. Exige calidad. Exige formación. Exige seguridad.