27/06/2017

Abdominoplastia Fast Recovery. Redones fuera en 48 horas

La abdominoplastia es una de las cirugías que más nos gusta hacer. Es rápida (la hemos llegado a hacer la Doctora Arpino y yo en menos de hora y media), segura, fiable y con resultados increíbles. Os voy a dejar un par de fotos, porque merecen la pena.

Pero tenían un inconveniente claro para muchos pacientes. Los redones y los seromas. Tanta monta, monta tanto.

Como muchos sabéis bien, la abdominoplastia consiste en eliminación de la piel y de la grasa del bajo vientre, elevación del pubis en muchos de los casos y corrección de la flacidez de los músculos del abdomen.

Si el paciente lo necesitaba también hacíamos liposucción de los flancos o cintura, para dejar un resultado perfecto.

Pero uno de los inconvenientes que tenía esta cirugía, era que los pacientes tenían que llevar redones, al menos cinco días, sino más, hasta 10 en algunos casos. Además, la frecuencia de seromas (acumulación de líquido en la zona operada y que había que ir drenando al menos dos veces por semana) llegaba al 20% de los casos.

Este hecho, que parece que no tiene una incidencia muy alta es de gran importancia para el paciente y para el cirujano.

Para el cirujano, porque tiene que asistir en consulta a un paciente, que le implica una visita de al menos media hora dos veces por semana. Si esto lo llevamos a que puedes llegar a tener cuatro pacientes en esta situación, se hace verdaderamente tedioso y te puede colapsar gran parte de la consulta.

Además, si el paciente no es “muy serio” y cumplidor, puede que no venga a consulta y ese líquido si no se “saca” se puede infectar. Y si esto sucede tenemos un problema.

Para el paciente, además de la incomodidad de tener que llevar durante casi una semana dos tubitos, que le tiran, que le incomodan, y que le molestan, si tiene un seroma, como hemos dicho, tendría, que venir dos veces por semana a la consulta. No puede conducir por él mismo, por lo que alguien de la familia le tiene que llevar y a lo mejor hasta pedirse el día o la tarde en el trabajo.

Además, que a uno le vayan a pinchar la tripa (aunque no duele nada porque lo drenamos por un punto que está anestesiado completamente por la cirugía) pues no es muy agradable. Y esto se puede prolongar por hasta dos meses. Muy tedioso, un incordio y una incomodidad.

Con la Abdominoplastia Fast Recovery se ha solucionado.

Mediante la preservación completa del tejido de la fascia de Scarpa y de los tejidos que están por debajo de ella, mantenemos las estructuras que de manera natural drenan es “inflamación”. Y esto lo hacemos mediante una liposucción completa de la zona que vamos a extirpar, de tal manera, que mientras antes quitábamos la piel y la grasa en bloque, ahora quitamos primero la grasa y luego la piel y preservamos el resto de las estructuras que serán las encargadas de drenar esa “inflamación” y que antes los extirpábamos directamente.

La Abdominoplastia Fast Recovery es una abdominoplastia mucho más selectiva. Menos invasiva.

De tal forma, que la cantidad de líquido que sale a través de los redones se reduce al mínimo, hasta tal punto que podemos quitarlos a las 48 horas de la cirugía.

En nuestra experiencia, hemos pasado de una media de un drenaje de 500cc por cada uno (llevan dos los pacientes) en una abodminoplastia clásica al quinto día, lo hemos bajado a 50cc en esos cinco mismos días. De tal forma, que hemos podido cambiar el protocolo y bajar la permanencia con los redones a prácticamente 24 horas. Los dejamos un día más, por pura precaución, pero vista la experiencia, lo podríamos quitar en sólo 24 horas.

Y lo mejor de todo, nuestra incidencia de seromas ha pasado del 20% al 1%.

Tenemos pacientes más contentos y más satisfechos y por ende nosotros también.

 

 

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