Revisión de cicatrices

Las cicatrices son el resultado de la reparación de la piel por los daños causados tras un accidente, enfermedad o incisión quirúrgica. Cuanta más piel se haya dañado y más larga sea la recuperación, mayor será la probabilidad de que se produzca una cicatriz visible. Que una cicatriz se vea más o menos depende del color, textura, espesor, así como su longitud, anchura, dirección y localización. Si la cicatriz se adhiere a estructuras más profundas como a músculo o hueso, la piel puede adquirir animación o movimiento, ya que está atada a estructuras más profundas.
Las técnicas empleadas para hacer las cicatrices menos visibles incluyen cambiar la dirección de la cicatriz para que no forme pliegues o bolsas, realizando masajes, inyecciones locales de esteroides, tatuajes, dermabrasión, inyecciones de colágeno, peelings químicos, cirugía criogénica, aplicación con presión con silicona, tratamientos con láser y separación de la piel de la cicatriz de estructuras más profundas.
El término con el que se conocen a las técnicas para mejorar la apariencia de una cicatriz es el de » revisión de cicatrices», reparación. Cada paciente es diferente y las cicatrices necesitan una acercamiento individualizado. Para obtener un resultado óptimo, la revisión de las cicatrices puede necesitar un mínimo de 6 o más meses.