El tiempo.

Os voy a contar una pequeña obsesión que tengo desde hace varios años: el tiempo. En mi trabajo, me encanta, me obsesiona medir el tiempo. Lo que tardo en suturar, lo que tarda el equipo en dormir al paciente, lo que tarda el paciente en despertar, lo que tarda el paciente en subir a la habitación, etc…

Muchas cosas de las que suceden en una cirugía no dependen de mi voluntad, de mi conocimiento o de mi experiencia. Como por ejemplo, lo que tarda el celador en bajar a la paciente desde la habitación al quirófano. Pero lo que depende de mí, lo mido, y lo vuelvo a medir y pienso cómo hacerlo mejor la siguiente ocasión y cómo hacerlo en menos tiempo. En menos tiempo, pero siempre invirtiendo el tiempo necesario para conseguir el mejor resultado tardando lo que se tarde, porque lo más importante es que todo sea perfecto.

Después de todos estos años operando, he sido capaz de formar un equipo a mi alrededor que se comporta en quirófano como una orquesta. Nuestra enfermera es básica para que esto suceda. Hemos operado tanto juntos, que nuestra enfermera se adelanta a nuestras necesidades de tal forma que no existe pérdida por ese lado. Y operar con la Dra. Arpino, mi esposa y cirujana plástica, hace que todos los pasos sean perfectamente reproducibles por ambos, comportándonos como dos equipos en uno. No hace falta ni hablar en quirófano porque todos sabemos lo que tenemos que hacer en cada momento y el orden que lleva.

Además, antes de cada cirugía doble o cirugía complicada, lo primero que hago antes de entrar es repasar el orden de cada paso, el orden del cierre de las heridas, la posición intraoperatoria para que todos trabajemos a la vez y no nos molestemos.

El tiempo operatorio es importante. Cuanto menor es el mismo, menos posibles complicaciones anestésicas. Y  por tanto más seguridad para nuestros pacientes. A mayor experiencia, más seguridad. Sólo trabajamos para la seguridad del paciente.
 

¿Tienes dudas sobre alguna cirugía?

¡Haznos llegar tu pregunta y te la resolveremos!