19/11/2019

Consecuencias de perder mucho peso

La obesidad es una enfermedad que no ha existido jamás. El 99.9 % de la población era pobre a principios del siglo XIX. Sí hace nada. Ahora es pobre menos del 15%. Son muchos millones sí, pero jamás ha habido menos pobreza en el mundo. Nunca el ser humano ha sido más rico y nunca esa riqueza ha llegado a tanta gente. Y no hace falta más que viajar un poquito para darse cuenta.

Esa riqueza hace que las sociedades se puedan permitir el lujo de engordar. De hecho es lo que diría que define de alguna manera la opulencia en la que vivimos. Podemos comer más de lo que necesitamos, simplemente porque nos sobra.

Pues eso se traduce en que, como el ser humano no está diseñado para estar gordo, sino todo lo contrario, haga que la obesidad nos mate. Y acaba con nosotros poquito a poquito. Sin darnos cuenta.

Y nace entonces la industria de adelgazar. Como tenemos tanto dinero, ahora pagamos para adelgazar. Bandas gástricas, Bypass gástricos, balones gástricos, liposucciones enormes, etc etc etc. Eso sin contar con las pastillitas milagro y las hierbas que nos quitan el apetito.

Pues una vez adelgazado. Ahí entramos nosotros. Los brazos se descuelgan, los abdómenes se caen, los pechos se vacían. Y ésta labor, hace que por fin, y tras tanto esfuerzo, el paciente comience a verse bien. A sentirse mejor.

Tengo pacientes que me dicen que no soy capaz de comprender el bien que les he hecho. Y en estos momentos es cuando doy gracias a Dios por haberme permitido ayudarles. Y eso es la medicina.

 

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