Es muy frecuente que las mujeres se cuiden la cara con cremas, con tratamientos de medicina estética como hialurónico. También que se hagan tratamientos para la celulitis también con cremas, masajes, etc.

Pero hay una parte del cuerpo que me parece tremendamente interesante y muy olvidada por nosotros los cirujanos plásticos, que es la calidad de la piel en el escote.

Cuando realizamos cirugías mamarias, todas las pacientes, no hay ni una, que no pregunte cómo me va a quedar el escote. El escote es importante. Gustan los escotes bonitos. Pero casi nadie habla la calidad de la piel de ese escote. Se ve el volumen, la turgencia del mismo, pero la piel es realmente lo que se ve.

Y con la edad, esa piel también se llena de arrugas. Y el sol hace un daño terrible. Y salen las arrugas finas y luego las más gruesas. Y ahí es donde hay que actuar. Hay que hacer tratamientos que consigan hacer que el escote tenga un aspecto jóven, hidratado, sin arrugas.

Y eso se consigue con productos específicos que con ácido hialurónico y múltiples vitaminas hagan que el escote deje de tener esas arrugas y esa falta de hidratación.

Mediante mínimas infiltraciones conseguimos éste efecto. Unas dos sesiones al año, una cada seis meses, conseguimos un buen resultado y lo mejor de todo, es que frenamos y ralentizamos el envejecimiento.