06/05/2016

Cómo cambia el pecho con la edad

El pecho cambia con la edad y mucho. Es algo por todos conocidos, pero ¿cómo es la evolución?

Cuando somos niñas, antes de la adolescencia queremos que nuestras amigas crezcan para ponernos el primer sujetador. Luego algunas, la mayoría, queremos que las nuestras sean un poquito más grandes que las de nuestras amigas. Aunque a la mayoría no nos sucede. Después, según tenemos hijos, nuestros pechos se hacen más grandes, tanto que son capaces de alimentar a una personita maravillosa, y luego por la edad y la caída, dejan mucho que desear.

Todo el proceso de envenjecimiento, se constata en la evolución de los pechos. El tiempo no pasa en balde y es mejor recordar bien cómo eran, cuando eran bonitos.

Lo que sí nos podemos dar cuenta así a bote pronto, es que la forma y el tamaño de las mamas dependen mucho de un reloj biológico inalterable, que en gran parte depende de las hormonas. La capacidad del pecho de generar leche, las hormonas que estimulan su crecimiento después de la menarquia, que hacen que conformen el pecho de manera completa en su forma y tamaño hacia los 21 años (en general, todos conocemos excepciones).

Además de los cambios hormonales se producen cambios en el peso que modifican el volumen y también la forma de los mismos. Evidentemente cuando somos jóvenes hacemos más ejercicio, tenemos menor porcentaje de grasa corporal y esto se traduce en mamas más turgentes, más densas. Si engordamos y adelgazamos esas mamas se caen, y su forma dependerá de cuánto hemos engordado y cuánto hemos adelgazado. El globo se deshincha.

Con los embarazos las mamas crecen nuevamente. Se hacen más grandes y densas y más firmes por el estímulo hormonal sin contar con el aumento del tamaño de los pezones y el oscurecimiento de las areolas. Y después del embarazo pues involucionan. Y si además tenemos varios embarazos, pues se vuelve a producir todo esto y muy probablemente el pecho se nos caiga más.

Y en la menopausia, ese tejido glandular que tenemos es reemplazado por grasa. Se cae más el pecho por la edad. También es bueno decir que el tabaco y pérdidas masivas de peso durante nuestra vida hacen que el pecho envejezca prematuramente.

Pero claro, qué podemos hacer, es la pregunta, para que no suceda esto. Pues poco, porque la naturaleza tiene unas leyes  que son inmutables. Pero hay cosas que sí están de nuestra mano. Una de ellas es tener una buena estabilidad de peso. Otra más es no fumar y cuidar la alimentación. Además debemos usar un buen sujetador, de la talla correcto, que nos sujete de verdad incluso para dormir y todos los días. Ojo al “sobre-engorde” en los embarazos, ojo a las lactancias que se prolongan en exceso.

Y si todo esto no ha sido suficiente, la cirugía nos devuelve el aspecto deseado. Una elevación mamaria, con la reconstrucción interna del parénquima, así como con la exéresis de la piel que nos sobra nos mejorará mucho el aspecto. Y si además necesitamos algo de volumen para llenar el polo superior, pues con un implante será incluso mejor.